Resultados

Hay estudios que han documentado los beneficios sociales y económicos que experimentan los jóvenes que acuden a los Programas de la Fundación enseñARTE. Estos estudios se centran en el uso de procesos creativos para la mejora de la autoestima y la confianza en los jóvenes participantes. Así, los Programas basados en grupos liderados y dirigidos por jóvenes son más efectivos que los Programas que buscan criminalizar a la juventud trabajadora, crear leyes contra los jóvenes trabajadores, o emplear la coerción enviando a los jóvenes a Hogares de Acogida donde sus opciones y oportunidades están fuertemente restringidos.

Pero los chicos no sólo han experimentado cambios en sus vidas, también ayudan a sus familias. Muchos de ellos han ahorrado suficiente dinero para comprar pequeños terrenos y construir casas legales para sus familias, lo que implica que a día de hoy sus familias tienen lugares seguros y sanos donde vivir. Otros jóvenes han ayudado a sus madres a iniciar pequeños negocios, suponiendo un generador de cambios en el entorno social femenino de las comunidades. Todos los jóvenes que participan del Programa de Manillas pueden sostener económicamente los gastos escolares.

A día de hoy ninguno de los jóvenes en el Programa de Artes Circenses de la Fundación enseñARTE están viviendo en las calles, y la mayoría han retornado al entorno familiar. Todos los chicos que participan de este Programa atienden regularmente a la escuela, y rara vez trabajan en las calles. Han comprendido que no pueden ser por siempre “niños de la calle”, y se han marcado objetivos positivos para el futuro.

El progreso ha sido más difícil para el Programa de Música que trabaja, principalmente, con chicos que viven en las calles. Trágicamente, tres de ellos han fallecido, lo que nos hace redoblar los esfuerzos. Sin embargo, al menos el 15% de los que han participado durante más de un año en el Programa han dejado las calles, lo cual representa un porcentaje mucho más alto de éxito que en otros programas distintos. Estos chicos se han trasladado voluntariamente a Hogares Juveniles que colaboran con la Fundación enseñARTE (Performing Life), o a habitaciones propias donde viven de forma independiente. Algunos se han reunido de nuevo con sus familias y otros se han trasladado a otras ciudades de Bolivia donde tienen puestos de trabajo decentes.

Algunos de estos jóvenes en situación de riesgo han pasado voluntariamente al Programa de Artes Circenses, comenzando a acudir regularmente a la escuela, obteniendo un lugar seguro donde vivir y abriendo sus propias cuentas de ahorro. Los chicos que han abandonado la calle han utilizado el proceso creativo que proponemos para reforzar la determinación de cambiar sus vidas.

Cuando los jóvenes participantes alcanzan los 18 años, ellos mismos deciden si desean seguir participando en los Programas de la Fundación enseñARTE (Performing Life). Jóvenes de 18 y más años pueden llegar a instructores en nuestra Fundación, obteniendo un trabajo remunerado en que seguir desarrollando su futuro. Negociamos convenios con distintas instituciones educativas para lograr que los jóvenes en nuestros Programas puedan seguir estudios avanzados en cualquier materia que deseen. Las oportunidades de un mejor y más creativo futuro son inmensas para quienes al comenzar en nuestro Programa tienen 12 o 13 años, ya que en breve tiempo alcanzarán la mayoría de edad.

Conclusiones

Las estadísticas y las historias personales de la Fundación enseñARTE demuestran un importante éxito, pero incluso más importante es comprobar cómo estos “chicos de la calle”, a través del proceso creativo, se han ayudado a ellos mismos, a sus familias, a otros chicos e incluso a sus comunidades y otras en clara situación de exclusión social. Todos ellos son personas talentosas, amables, cuidadosas que no esperan al futuro y deciden crearse un presente positivo de inmediato.

Un estudio de 2009 sobre los Programas de rehabilitación de “niños de la calle” en América Latina concluyó que:
“Performing Life demuestra que un aprovechamiento de las capacidades creativas y medios de vida sostenibles ayuda a los jóvenes a crear oportunidades y avanzar más allá de la supervivencia del día a día común en los “niños de la calle”. La incorporación de habilidades creativas convierte el trabajo en un juego desarrollado entre compañeros en las sesiones prácticas y en las que se realizan frente a una audiencia pública que, además, proveen de fondos económicos. Esto cambia la necesidad de trabajo por un modelo de identidad. Según mejoran sus habilidades y logran entretener al público, los chicos adquieren un reconocimiento positivo por su aporte a la vida cotidiana de la comunidad”.